El osteópata es aquel profesional que estudia el cuerpo humano como un conjunto de trabajadores, dedicando sus esfuerzos a que haya paz y armonía entre todos ellos.
No es fácil describir la función del osteópata, no obstante, mediante el diálogo, la exploración, un tratamiento no agresivo, y la comprobación de los resultados, logra que los dolores remitan y mejore la calidad de vida del paciente.
¡En ningún caso! El colectivo de osteópatas lo integran profesionales de la salud con diplomas universitarios, que además están inscritos en el ROE, garantía de titulación de todos los afiliados.
En cualquier caso, si el paciente tiene reparos en la aplicación de manipulaciones, el osteópata está preparado para llevar a cabo técnicas alternativas, igualmente efectivas, pero más prolongadas en el tiempo.
Para responder a esta pregunta hay que tener en cuenta que el osteópata no trata enfermedades, sino al paciente.
El funcionamiento de la medicina se basa en el tratamiento de patologías similares con los mismos remedios. El inconveniente es que unos mismos síntomas pueden tener causas muy diferentes, e incluso lo que aparentemente es una causa, puede ser un síntoma, por lo que si no se busca el auténtico motivo, lo único que se logra es que el organismo no pueda responder adecuadamente a sus desequilibrios.
Mediante la Osteopatía no se pueden tratar todas dolencias. No obstante, con el tratamiento osteopático adecuado se puede ayudar y mejorar la calidad de vida de casi todo el mundo.
La Osteopatía es efectiva en problemas musculares y esqueléticos.
El tratamiento osteopático es especialmente eficaz en dolores de la columna vertebral, y problemas periféricos (esguinces, tendinitis…)
La Osteopatía es también efectiva en problemas viscerales. Los tratamientos osteopáticos dan buenos resultados en problemas digestivos tanto leves como crónicos.
La Osteopatía es también muy útil en dolores de cabeza. El tratamiento osteopático puede ofrecer alivio a migrañas, dolores de cabeza y mareos.
La Osteopatía también ofrece solución a lesiones traumáticas. Los traumatismos conllevan casi obligatoriamente el desequilibrio del organismo, siendo la Osteopatía una opción que permite tratar sus consecuencias. Hay que tener presente que un traumatismo no solo afecta a la zona lesionada, ya que debido a la interacción de los órganos y elementos del cuerpo humano, también afecta a todo el organismo.
El cuerpo humano es una máquina, del mismo modo que lo es un vehículo. Y del mismo modo que el vehículo necesita sus revisiones y mantenimiento, el cuerpo humano también precisa de cuidados.
No obstante, el cuerpo humano es mucho más resistente al «abandono» que un vehículo, pudiendo funcionar en condiciones inadecuadas durante largo tiempo. Este hecho, si bien puede ser una ventaja, a la larga se vuelve en su contra, puesto que las lesiones se agravan, pudiendo llegar a ser crónicas.
Lo más recomendable es acudir al consultorio de Osteopatía al apreciar los síntomas, ya sean dolores que se prolongan en el tiempo, o molestias que afectan a la vida cotidiana.
La ortodoncia se prescribe por problemas de alineación dental. Estos problemas pueden tener su origen en la columna vertebral, que puede generar tensiones que impidan la correcta oclusión de la boca.
La Osteopatía dará la movilidad a la columna que va a permitir la correcta colocación de las mandíbulas.
La Osteopatía solo tiene contraindicaciones cuando el tratamiento no es el adecuado, y en enfermedades como cáncer, esclerosis…, ya que no puede tratar la enfermedad. No obstante puede mejorar la calidad de vida del paciente.
Tampoco está recomendado en caso de traumatismos craneales recientes o en el caso de que el osteópata no esté seguro de la patología del paciente.
Cada dolencia es distinta, teniendo en cuenta desde su origen hasta la antigüedad. Lo habitual es que en tres o cuatro sesiones se haya solucionado la dolencia.
No obstante, el paciente puede dejar de sentir dolor a partir de la segunda, aunque es importante terminar el tratamiento.
Para permitir que el cuerpo del paciente se reequilibre de las manipulaciones, lo habitual es dejar pasar dos semanas entre sesiones.